martes, 20 de octubre de 2009

La Luz en sus ojos

Los niños jugaban a atrapar la luz, pero se colaba entre sus dedos. Cansados se sentaron en el suelo. Miguel mecía su balón de trapo, su hermana Ana peinaba su muñeca imaginaria y el pequeño Luis bregaba con su osito Lu. Mientras sus padres contemplaban la escena con lágrimas en los ojos. El sol que penetraba por las rendijas de la entrada del refugio era la única esperanza que recibían en tiempos de guerra. A un profundo silencio siguió un silbido extraño. La pareja se miró con amor y dirigió sus suplicas al cielo para que la bomba errara su objetivo.

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